Reseña de Héctor Gómez Umbert

A grandes libros, grandes películas.
Y a grandes directores, grandes escritores. El presente volumen que nos brinda Daniel Seguer contradice sólidamente el tan manido tópico que asegura que los críticos son artistas frustrados (y las más veces, frustrantes), porque Daniel es a la par crítico y artista sin frustración. Con pasión, tesón y emoción; ¡eso sí!

Puede, o no, que el nombre de Emir Kusturica le sea familiar al lector; para el devoto, este libro es una fuente de información exhaustiva y opinión rigurosa, mientras que para el profano es un pasaje hacia el universo Kusturica cargado de fascinación por el poliédrico e imprevisible imaginario del polímata (director, guionista, músico, arquitecto…) serbio.

Muchas veces, la hagiografía se convierte en una camisa de fuerza para el observador de la vida y milagros ajenos, pero Daniel está por encima de eso y logra escabullirse de tales ataduras para conseguir un retrato que es crónica objetiva y apasionado análisis a partes iguales, dejando testimonio cercano de lo vivido sin parecer un observador reverencial en la distancia.

De esta manera, Emir y Daniel, solemnidad e irreverencia, tanto monta, conviven en estas páginas en igualdad de condiciones, y si hay lugar para diseccionar lo que se le pasa a Emir por la cabeza también lo hay para degustar las traviesas letras de Daniel, quien tiene además la bondad de no pretender sentar cátedra jamás (¡gracias!) y limitarse a ser humilde, pero con autoridad.

Porque a grandes escritores, grandes directores. Y a grandes películas, grandes libros.

Biobibliografía del reseñador:
Héctor Gómez Umbert es lingüista, guionista y baterista. También trapecista, equilibrista y funambulista cuando la situación así lo requiere. Siempre iconoclasta. Declarado persona non grata en el Club del Glamour y en excedencia sine fine del Instituto del pragmatismo.