Félix Blume nos ha cautivado con su pasión por los sonidos y por su particular forma de contar historias a través de ellos. Este talentoso francés afincado en México es ingeniero de sonido para cine, ha trabajado sobre todo grabando sonido directo para documentales y desde hace unos años su campo de trabajo se expandió hacia el diseño sonoro y el sonido directo para Video-Arte, Películas de Ficción o Radio. Paralelamente realiza piezas sonoras, pequeños videos e instalaciones sonoras como proyectos personales. Entre sus trabajos más recientes destacamos su colaboración con la exposición fotográfica de Lourdes Grobet sobre lucha libre mexicana que pudo visitarse hasta hace unos días en el CCCB de Barcelona.
¿Cómo inició tu interés en la grabación de piezas sonoras?
Empecé a tener cada vez mas interés por la grabación de sonidos en los lugares que visito para los rodajes, a grabar sonidos por sí solos, y a compartirlos en Internet. Muy pronto tuve la necesidad de hacer algo con estos sonidos, de querer contar algo mas, de construir composiciones basadas en ellos, con poco o sin tratamiento (mas allá de la mezcla y ecualización). Empecé usando material que ya había grabado, a veces años antes, para poder armar estas postales sonoras de lugares, y mi primer trabajo fue uno de Tierra de Fuego, presentado en 2012 con Arte Radio.
¿Te interesa algún tema en particular?
No decido los temas de manera consciente, más bien salen de los trabajos que he hecho, y ha sido muy recientemente que pude darme cuenta de la existencia de temas recurrentes. Me gusta la relación del humano con su entorno, con la naturaleza, con las ciudades, con lo que lo rodean. Me gusta enfocarme en este dialogo que se puede escuchar entre una persona singular y su entorno.
La voz siempre ha tenido un lugar central en mi trabajo, me gusta mucho trabajarla para transmitir lo que nos cuenta por sí misma cuando dejamos a un lado el “contenido” (el discurso); empiezan a aparecer un cierto ritmo o musicalidad que me parecen muy interesantes. Las voces y la comunicación sonora (sin pasar por el discurso) es algo que me interesa mucho, como los humanos, los animales o los espacios dialogan. También he trabajado temas más industriales con sonidos de máquinas, como en la pieza Jack the Pump o Llegada de un tren en Bruselas que tratan de trabajar las maquinas como un material orgánico, con la desaparición del humano.
¿En qué encuentras inspiración?
Creo que mis piezas se basan mucho en mi trabajo como ingeniero de sonido para otros, he aprendido mucho con los artistas con los cuales he trabajado, pero también de los otros proyectos y directores, cada uno con sus especificidades. Siempre son aventuras muy intensas, que me llevan a lugares muy específicos por varias semanas o meses y permiten impregnarse de sensaciones únicas.
En realidad hasta la fecha me he dejado llevar por lo que surge más que enfocarme en proyectos específicos, aunque le dedico cada vez mas tiempo y pienso cada vez más las piezas con anticipación. Cuando llego a un lugar, intento dejarme llevar por los sonidos, caminando y parando, atento, escuchando o grabando los sonidos que me llaman la atención. Probablemente tengo un primer acercamiento hacia lo exótico de un lugar desconocido, e intento ir mas allá de este primer encuentro con lo sonoro.
También hay trabajos sonoros de otra gente que me gustan mucho, así que intento escuchar lo que pueda, al igual que lo que se hace dentro del arte radiofónico, que es también una gran salida para los trabajos sonoros.
¿Cómo es tu proceso creativo?
La mayoría de las piezas se hicieron en dos tiempos, a veces con muchos años entre los dos. Una primera etapa de grabación en la cual no necesariamente tengo definida la finalidad en una pieza sonora; y una segunda etapa de composición sonora en la cual me dedico más que nada a escuchar el material, y a darle forma. Empiezo, generalmente teniendo/buscando una estructura general, y poco a poco voy afinando y construyendo la pieza final. La idea de narrativa es muy importante para mí al momento de grabar o de componer, el sonido necesita tiempo (a diferencia de una fotografía) y eso implica un principio, un final, y varios momentos que pueden ser un recorrido en el espacio o en el tiempo, y que proponen una experiencia sonora en sí.
En el caso de las dos piezas que se presentaron en el CCCB, Los Gritos de México y Arenas, el proceso fue diferente porque trabajaba la composición en México, y tenia la posibilidad de seguir grabando cuando el proceso de edición ya había empezado. En esos casos fue mas bien un ida y vuelta entre los micrófonos y la computadora para ir construyendo las piezas.
¿Cómo influye la memoria (los recuerdos) en tus composiciones?
El sonido tiene esta gran fuerza, no solo de enseñarnos algo, sino de transportarnos, a la manera de olores por ejemplo, o la famosa madeleine de Proust. Por supuesto esta memoria sonora depende mucho de cada persona, de su pasado, de su cultura… Al momento de escuchar sonidos que he grabado, muchas veces surge el recuerdo de todo el momento de la grabación, del entorno, del lugar, de la gente que me acompañaba… Es un muy lindo viaje en el tiempo, pero el ejercicio es también de escuchar los sonidos en si, dejando la carga que traen, para poder enfocarse únicamente en lo sonoro, aunque no siempre es fácil! El proceso de composición siempre oscila entre estas diferentes escuchas.
Recientemente se expuso una pieza tuya en el CCCB de Barcelona, cuéntanos un poco sobre ello.
Fue una invitación de la organización del festival MXaBCN y del consulado de México en Barcelona para la exposición de Lourdes Grobe. Todo el trabajo se hizo con Andrea Diaz Mattei con la cual había trabajado para la instalación que presente este año en el festival LOOP.
La pieza que se presento en la entrada de la exposición del CCCB es Los Gritos de México que terminñé en 2014 y que se presentó en cuadrafonía. Dentro de esta pieza hay un momento en unas arenas de lucha libre en México DF, y de ahí salió la idea de hacer una pieza independiente centrada en las luchas. Como la mayoría de las fotos presentadas por Lourdes Grobet son fuera del ring, en el espacio privado en muchos casos, pensé en trabajar algo complementario con el sonido. El pase de diapositivas son fotos que escogimos juntos Lourdes y yo para generar un diálogo entre fotos y sonidos.
¿Tuviste problemas para grabar en este tipo de espectáculos?
El problema es que las arenas del centro de la ciudad no dejan pasar con equipo, ya que Televisa tiene el monopolio (aunque lo hice a escondidas). Fui a grabar con un amigo aficionado, Luis Valdes, en varias arenas en las afueras, mas pequeñas y mas populares, pero muy interesantes a nivel sonoro.
¿Qué sonidos te han impactado más durante tu estancia en México?
Desde mi primer viaje a México en el 2009 me llamaron mucho la atención los vendedores en las calles del centro, de ahí surgió la pieza Los Gritos de México que pensé como un homenaje a estos pregones. Luego la idea de grito se extendió, ya que es una acción muy importante en la sociedad Mexicana, con la fiesta de independencia (que se llama El Grito), con las manifestaciones, en las calles o en las fiestas… todos gritan!
¿Proyectos en puerta?
He terminado hace poco una pieza sonora sobre Puerto Principe (Haïti) que hice junto con Caroline Berliner, dura 26 minutos y se va a estrenar en enero 2016 con Arte Radio (Francia).
Acabo de terminar una residencia con el Biosphere Soundscape Project en Quintana Roo (México) de la cual seguramente van a surgir piezas sonoras que se presentaran en el 2016.
Ahora estoy en una residencia en el Festival de Arte Sonoro Tsonami (Valparaiso, Chile), en la cual sigo trabajando los sonidos de la ciudad, pero esta vez me gustaría intervenirlos con acciones e instalaciones efímeras. Trabajo con un grupo de no-videntes para proponer sonidos para los semáforos sonoros que les permiten saber cuando esta la luz verde.
De las próximas presentaciones (eso depende igual de cuando se va a presentar la entrevista) se presentan Los Gritos de México en el jardín de la fonoteca nacional de México del 19 al 21 de noviembre en una instalación de 8 bocinas, y se inaugura la exposición La Polis Imaginada en el espacio Quinto Piso (México DF) el 21 de noviembre con una presentación de estos semáforos sonoros intervenidos.
Para 2016 tengo varios proyectos de radios y de exposición, siempre tengo muchas ideas pero es cuestión de dedicarle tiempo!