Entrevista a Victor Puntes, Centre d’Investigació en Nanociència i nanotecnologìa
Victor: El movimiento browniano viene de un señor que se llamaba Robert Brown, que al poner bolitas de polen en agua y mirarlas en un microscopio, notó que se movían por sí mismas. Entonces pensó que estaba viendo la fuerza de la vida. Lo que pasa es que al cabo de un tiempo observó partículas de arcilla y hacían lo mismo y entonces él mismo desbancó su primera teoría.
F: Pero si estas partículas no tienen vida, ¿qué las mueve?
V: La temperatura.
F:¿La temperatura genera el movimiento?
V: Sí: La temperatura excita, hace vibrar. Todo está vibrando y cuando los átomos de las moléculas que forman un líquido vibran, chocan contra las paredes del recipiente y entre ellos y contra los objetos suspendidos, generan movimiento azaroso; si éstos son lo suficientemente ligeros y pequeños, algo parecido a cómo cae una pluma desde el cielo. Entonces, hay una relación de tamaño: si eres un poco más grande que un átomo te mueves (vibras) térmicamente y brownianamente. Cuanto más caliente es el líquido, más se agitan las moléculas y más agitan éstas al objeto que se mueve. Esto es una propiedad que se manifiesta a una escala muy pequeña, nanométrica, basta ser pequeñito y estar a una temperatura finita en un fluido…
Leer la entrevista completa aquí: No. 1 MOVIMIENTO pag. 60