El movimiento forma parte de la vida de Salvador Dalí ya desde sus orígenes: cambios de colegio durante los primeros años, cambio de núcleo familiar con la muerte de su madre cuando él era tan sólo un adolescente, cambio de ciudad cuando acaba el bachillerato y se va a estudiar a Madrid, cambio de amigos cuando conoce a los integrantes de la que más adelante sería conocida como la famosa generación del 27 (Lorca, Buñuel, Alberti, etc.), cambio de actitud en la academia de San Fernando de Madrid: Cuando entró se comportaba ascéticamente y no hacía más que trabajar sin salir de la habitación ni gastar más que el dinero que costaba el viaje de la residencia de estudiantes a la escuela de arte. Cambio de actitud: de repente se convirtió en un libertario desenfrenado que se pasa los días y las noches de juerga. Cambio de estética, cuando dejó de tener pinta de romántico (sí, Dalí llevaba cabello largo y vestimenta propia del siglo XIX) para pasar a ser un dandi. Cambio de residencia cuando lo encierran en el calabozo durante un mes, acusado de iniciar la rebelión de los estudiantes y lo expulsan un año teniendo que volver a Figueras. No sé si podríamos hablar de cambio de sexualidad, pero como mínimo sí de experimentación en su relación de amistad con Federico García Lorca (declaradamente homosexual) que el mismo Dalí definiría como una relación «erótica y trágica».
Más movimiento: tenía un examen muy importante de Historia del Arte y estaba ansioso de hacer un papel brillante. Tenía que hacer una tesis oral delante de un público y un tribunal de tres miembros. El tema saldría a la suerte. Subió a la tarima y le dijeron el tema que le había tocado. Él mismo nos explica el desenlace en la Vida secreta de Salvador Dalí (1942):
En un momento se adueñó de mí una indolencia insuperable y casi sin vacilar, con la estupefacción de los profesores y del público que llenaba el aula, me puse de pie para declarar textualmente: Lo siento, pero soy infinitamente más inteligente que estos tres profesores y por tanto me niego a que me examinen. Conozco este tema demasiado bien.
Y así acaba su carrera académica. Dalí se mueve a París, allí conoce a los surrealistas y a Gala, su musa y gran amor hasta el final. Cuando da una conferencia y provoca a los intelectuales del Ateneu Barcelonés se produce tanto movimiento que tiene que venir a salvarle la guardia de asalto, también hay movimiento cuando a raíz de estos hechos los anarquistas de la ciudad lo invitan, y de la misma manera la conferencia acaba en un caos por las provocaciones de Dalí. Se convierte en el más surrealista de los surrealistas, abandona su ideología anarco-comunista para ser fiel al seguimiento y plasmación, únicamente, de los impulsos subconcientes. Cambio de familia cuando su padre lo destierra por subversivo. Únicamente Gala permanece a su lado, a quien la familia del pintor no soportaba. Pasa de vivir en una mansión a vivir en una pequeña barraca de pescadores de cuatro metros cuadrados en Portlligat. Años de penuria económica. Comienza la guerra civil y Dalí se traslada a Francia. Comienza la guerra mundial y se va a Norteamérica, no sin pánico a que el barco se hundiera, como él mismo nos explica en Confesiones Inconfesables (1975):
Absorbía cantidades fenomenales de champagne para intentar tranquilizarme y no me separaba de mi cinturón salvavidas ni un instante… y en los simulacros de alarma me encontraba siempre en primera fila, atento y vigilando mi lugar, con el bastón en la mano, dispuesto a golpear a mujeres y niños para precipitarme al bote si era necesario.
Durante esta época de exilio, el movimiento se nota sobre todo en la cuenta corriente, por que Dalí pasa de no tener nada a ser millonario. También hay movimiento en la 5ª avenida de New York cuando una importante marca le encarga el diseño de unos aparadores y después le cambian conceptos. Dalí exige que vuelvan a dejar los aparadores como estaban o que quiten su firma, los propietarios se niegan. Dalí, enfurecido, destroza los aparadores lanzando una bañera peluda que rompe los vidrios. El agua sale al exterior y Dalí sale también por el agujero que forman los cristales rotos. Es detenido por la policía pero visto como un héroe por todos los artistas del mundo.
Pocos días después, los organizadores de la exposición universal de 1939 lo contratan para montar el pabellón de bienvenida en la feria de diversiones, asegurándole libertad total. Dalí hace una sirena al revés: piernas de mujer y cabeza de pez. Y es nuevamente censurada. Hechos que llevarán a Dalí a escribir «La declaración de la independencia de la imaginación y los derechos del hombre a su propia locura». Con la invención del método paranoico-crítico llega a la cima del surrealismo, este método consiste en el constante movimiento del significado de las imágenes. Ser capaz de ver muchas cosas diferentes en una sola imagen, ser capaz de interpretar de muchas formas diferentes una acción o un hecho. Dalí asegura que como más capacidad paranoica, como más delirante sea la mente del observador, más interpretaciones de la realidad será capaz de encontrar. De esta manera, el delirio se convierte en una cosa relacionada con la realidad, sobre todo cuando el artista utiliza la razón para darle forma, para crear una nueva obra material y real basada en estas interpretaciones delirantes. Pero más allá de eso, el método paranoico-crítico es también una forma de negociar con la vida, una forma según la cual el sujeto tiene el control de la realidad: «la realidad es como yo la veo», tenemos el poder de ver las cosas de una manera o de otra. En este sentido Dalí defendería que podemos escoger mover la gota que nos hace ver el vaso medio vacío para pasar a verlo siempre medio lleno.
Para Dalí el mundo es un altar inmenso en el que todo el que vive tiene que ser inmolado sin fin, sin medida, sin descanso, hasta la consumación de las cosas, hasta la extinción del mal, hasta la muerte de la muerte. La clave del método paranoico-crítico es convertir la vida en una obra alquímica, convirtiendo toda la materia vil en oro. Ser consciente de que no hay más secreto que la inteligencia, aguda hasta el paroxismo, que se moviliza para servir su propia paranoia y liberarla al mundo.
Para eso hace falta utilizar todas las vías subterráneas de la acción o del espíritu, borrar los rastros, aparecer allí donde no te esperan, superarse constantemente, no vacilar en sodomizar la propia alma, para que renazca más pura, más fuerte que nunca. ¡Es necesario que nuestro fuego arda tan fuerte que consiga transformar la norma! ¡Que nuestra realidad interior sea tan fuerte que corrija la realidad exterior! Y que nuestras pasiones sean devoradoras, pero que nosotros tengamos tanta hambre de vivir que devoremos a las pasiones devoradoras!
Después de ver la muerte a manos de los fascistas de su amigo Lorca y de una treintena más de sus amigos de Cadaqués, Dalí decide mover su imagen pública para volver a casa sin miedo a que el nuevo régimen lo liquide. Dirá que es católico, apostólico y romano (pero que lo único que le falta es la fe), dirá que es monárquico, (pero que para él la monarquía es una ética, nada de poítica), dirá incluso que Franco ya le va bien (pero por que él está del lado del poder siempre, esté donde esté). Se mueve a sí mismo hasta convertirse en un personaje, en una obra de arte, transforma aquella minúscula casa suya hasta convertirla, también, en la obra de arte que hoy se puede visitar en Portlligat. Incluso ahora, en eso, Dalí genera movimiento, por que sus museos son los más visitados de Catalunya, y se está dando un cambio de paradigma respecto a su obra cuando consideramos a Dalí también como un gran pensador. Genera movimiento en nuestra mente. Él mismo decía que se consideraba mejor escritor que pintor y que eso algún día sería aceptado. Su obra escrita competa ronda las 9.000 páginas, y hoy estamos descubriendo que es de una calidad finísima. Para demostrarlo acabaremos con una lluvia de diamantes líquidos dalirantes:
No tengas miedo de la perfección, ¡nunca llegarás! ¡A los dalinianos sólo nos interesa el milagro! Toda rosa crece en una prisión. No intentes ser moderno, desafortunadamente es la única cosa que no podrás evitar. La inteligencia sin ambición es un pájaro sin alas. Para despertar el interés de la gente, es necesario provocarlos. La burguesía es hipocresía. Soy un perverso polimorfo. A los seis años quería ser cocinera, a los siete años quería ser Napoleón y mi ambición ha ido aumentando desde entonces sin parar. El amor es la única actitud digna de la vida de un hombre y en el amor, tiene un valor particular lo que comúnmente llamamos perversión y vicio, la perversión y el vicio son las formas de pensamiento y de actividad más revolucionarias. ¡No tomo drogas por que yo soy la droga!
(Dalí) No me sorprende nada de lo que pueda pasar en la naturaleza.
(Amigo) Pero… Si el sol saliera a las 12 de la noche, ¿no pensaría que se ha vuelto loco?
(Dalí) ¡Que va! Pensaría que es el sol el que se ha vuelto loco!
por: EFREM GORDILLO PLA
Autor del libro: «Dalí, el gran pensador. Llegat d’un escriptor desconegut (2013, Ed. Deu i Onze)
Leer completo en la versión original en catalán en: No. 1 MOVIMIENTO pag. 55